Cecilia Gregori delegada argentina en la 111° Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Durante el transcurso del mes de junio de 2023, representando a la Asociación Personal Jerárquicos de Bancos Oficiales (APJBO) y a la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA – A), tuve el honor de participar como delegada argentina en la 111° Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este organismo que actúa en la órbita de las Naciones Unidas, en el cual se tratan aspectos relativos al trabajo y las relaciones laborales, se caracteriza por ser tripartito, contando con la participando de miembros de los gobiernos, representantes del sector empresarial y de los trabajadores, convirtiendo a esta conferencia en un foro invaluable para la construcción de consensos globales.
Este encuentro, fue muy significativo, dado que marcó el regreso a la presencialidad después del impacto global que nos dejara la pandemia por el COVID-19. Este contexto excepcional influyó en el enfoque de los temas discutidos, destacando la urgencia de ponderar lineamientos respecto a la necesidad de una transición justa en respuesta a las transformaciones y cambios constantes que moldean el panorama laboral mundial.
Como representante de los trabajadores argentinos formé parte de una comitiva compuesta por delegados provenientes de 187 países, actuales miembros de la OIT, donde nuestro propósito común durante este año fue resaltar la importancia de construir la justicia social como cimiento, base y piedra angular esencial para poder arribar a la paz social.
En la Comisión «Protección social de los trabajadores», espacio donde tuve oportunidad de participar, abordamos las nuevas transformaciones que está experimentando el mundo del trabajo, cómo se van presentando distintas modalidades de trabajo, como la sociedad debe desarrollarse, pero en conjunto y no en menoscabo del ser humano, buscando el crecimiento, pero sin que impliqué el sacrificio de la dignidad humana y sin dudas tampoco de las relaciones laborales.
En este contexto, enfatizamos la necesidad de garantizar la igualdad de acceso para todos, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la búsqueda constante de beneficios que promuevan un crecimiento compartido, todo aplicado al ámbito laboral. Estos principios cobran más relevancia actualmente, en un mundo flagelado por distintos eventos como la pandemia de COVID-19, las tensiones geopolíticas y las crisis económicas, lo cual han agravado las deficiencias preexistentes en el trabajo decente, aumentando los niveles de pobreza y las desigualdades, tornándose, en este escenario complejo, la protección de los trabajadores esencial entre los mandatos de la Organización Internacional del Trabajo.
Estoy convencida que la justicia social y la paz social no son solo aspiraciones abstractas, sino metas tangibles que se construyen a diario, trabajando cotidianamente y con compromiso sostenido, intentando cambiar la realidad de modo que nos podamos acercar un poco más cada día a un trato justo y equitativo para todos.
En este contexto donde se destaca la necesidad de abordar los desafíos actuales del mundo laboral mediante acciones coordinadas a nivel nacional e internacional, garantizando una protección efectiva de los trabajadores en un contexto de transformación laboral, resaltamos que es imperioso resignificar al trabajo digno, con salarios justos y vitales que reflejen el valor intrínseco de la labor humana. Además, subrayamos la importancia de revalorizar los derechos laborales, manteniendo el diálogo y la negociación colectiva como pilares fundamentales para la defensa de los trabajadores en un mundo en constante evolución.
En mi opinión, es esencial esforzarnos por poner en valor al ser humano como el motor fundamental de toda sociedad. La premisa de que el ser humano impulsa cualquier economía es innegable, y nuestra responsabilidad consiste en asegurar que esta realidad se refleje en políticas laborales justas y equitativas. Mi participación en la Conferencia de la OIT, no solo amplió mi perspectiva sobre los desafíos laborales a nivel global, sino que también consolidó mi convicción de que la colaboración internacional y el enfoque unificado son importantísimos para abordar los problemas complejos que enfrentamos en el mundo laboral contemporáneo, permitiéndome asimismo, fortalecer mi compromiso con estos principios fundamentales y motivándome a continuar trabajando diariamente por un futuro laboral más justo, equitativo y humano.